VIV. Epi-fanía Entre Amores
Perdido entre
la nocturna vivencia, errante de mis propios sentidos.
Mientras
las ondas de un pasado reverberan el salón maldito.
Afortunado,
no sé, muchas cosas son tan simples; qué sé yo.
Pocas
veces encontré lo complejo en misterios rebuscados.
Pocas
veces pensé lo que sería la cordillera de la marea actual;
No
me arrepiento, mientras me delibero como burdel de lágrimas.
Eso
que hicimos: lo que tú haces, me creó algo que no puedo entender;
¿Podré
tener el beneficio de la duda hartándome hasta querer?
Viví
sabiendo que todo lo que estamos haciendo, pronto peligrará.
Nunca
quiero llegar a eso; pero el ocaso predice lo que nada será;
Consuelo
encuentro sabiendo que todo esto fue nuestra utopía en tierra.
Estasis en
un paraíso que antes estaba convertido en el infierno personal de ambos.
Prepara
tu mejor vestimenta; no dejemos que lo último sea un polvo en cristal.
¿Bailarás
de pies inclementes sabiendo que esto puede ser nuestra sonata final?
¿Entender
me cuesta de comprender en esto, lo estoy?
¿Heridas atrapadas
entre vivencias de aquellos tiempos pasados?
¿En
millón de veces, quizás, podré ver más allá del purgatorio?
¿La
escenografía de un recital condenado en fuego vivo?
¿Podré
ser la gota que colmará el vaso en este mundo perplejo?
Nunca
lo sabremos... aunque vivir ignorantes resta la crueldad del todo.
Buscando
las respuestas efímeras dejamos acabada una vida para dar.
Acepta
el momento de la existencia; seremos ingenuos, pero no imbéciles.
Buscarás
la respuesta en tus propias entrañas luego de existir.
Seamos
únicos; seamos iguales; no me pesa decir lo que somos.
Vivir
con la sangre por dentro no es mi estilo de expresar;
Dejaré
vacío mi glucosa para lo que sea necesario avivar.
¿Somos
el Josef para Freud; o el Stalin para Roosevelt?
¿Optimistas
en tiempos pesimistas o pesimistas en tiempos optimistas?
Cuestiónate
las malditas ganas; pero no dudes de lo que somos.
No
seremos ejes colindantes; pero somos rectas unísonas.
Flores
de loto inundan el santuario que alguna vez construimos;
Un
confort acongojante se adhiere como mala hierba.
Hacemos,
lo intentamos; quiero ser más allá de una lavanda.
Composta
quizás fui; ser un girasol podré quizás ser.
Nunca
dejaré de mostrarte lo que somos; seguiré tu paso.
Mi
cara, pasmada, siguiendo el camino de tu traslación humana.
Vivamos
una euforia como ninguna otra; el aíre grisáceo del ambiente
No
olvidemos toda la comisura de una piel eterna; líquido de una vida futura.
Proclamemos
que todo esto fue una vivencia, bebamos todo lo que no sea puro.
No
estaré preparado para cerrar la brecha de una vida, jamás seré;
Pero
haré lo posible para mantenerlo cerca de mí, si para ti es necesario.
Una
última parada antes de realizar el hilo invisible de nuestra maldición;
Maldición,
qué gratificante es poder hablar con palabras que colman de mí.
Vivamos,
sigamos o muramos; esto no es algo más que un panorama visto.
Una
proyección astral de un mísero monóculo universal atestiguados solos.
Cada
lágrima, cada mierda, cada dificultad.
Cada
alegría; cada razón; cada motivación.
Déjame darte
la mano que me hace falta de ti;
Déjame ser
la razón de tener un sentimiento;
Sea
benigno; sea indudable, sea lo que jodidamente quieras;
Quiero
ser las venas de tu sistema; de tu vida.
Desangrándonos de
las verdades en el interior.
Estoy
harto de ser abstracto; te demuestro lo que es concreto.
Dejemos
de lado un romanticismo insano; seamos cuerdos.
Ser
cursi no es ser meloso; ser cursi es ser valiente con lo cierto.
No
volveré a contener esto que tengo más allá de lo que ofrezco;
Confesarte
lo obvio, es algo que siempre hacemos, no es difícil;
Pero
por más obvio que sea, es una de un millón en nuestro destino.
Hagamos
la pasión de una unión la que guíe la danza fúnebre;
Muertos;
valientes indeclinables de lo estoico inherente mutuo.
Sea
la lluvia de un martirio típico; el augurio de una intención,
No
podré dejar lo que el mundo nos hizo para bien:
Quizás
estar contigo fue la razón de ser algo que nunca fui.
Amaré
lo que sea lo normal, seré tu estereotipo andante;
No
estoy jugando; solo te estoy admirando, nada más.
Presa
de un rifle calibre traspasado de una razón fui.
Paquete
de tu intención; proyectil de algo mayor.
No
me malentiendas; te quiero, pero me quiero igual que tú a mí.
Lo
que una vez fue alguien extinto; encontró inútil el nihilismo obsesivo.
Lo
que una vez fue el trauma en persona; se convirtió en un amante de lo
impensado.
Amante...
Llevaré
para todos lados esa pulsera que un Dios nos dio.
Grabado
eternamente lo que será lo que algún tiempo temí nunca tener.
Amigo,
eres eso amigo: un amigo, amigo mío.
Con
la brisa en frente, las lavandas flotando temerosas vuelan;
Pude
ver lo que creamos; un mundo nuevo, tú y yo.
Posteridad
encontraré en fotogramas de cada dicha y cada penuria.
Un
futuro próspero explorará atrapado en mi mundo.
En
la flor de loto infinita atrapados felizmente vivimos.
Lloraré,
lo sé.
Extrañaré,
lo sé.
Mentiré,
lo sé.
Añoraré,
tú lo sabes.
Amaré,
ambos lo sabemos.
Correré;
sí.
Abrazaré;
cierto.
Atestigüé,
pasado fui.
Acaparé,
presente soy.
Observaré,
futuro seré.
Hablamos:
pasado fuimos;
Lloramos:
presente somos;
Amamos:
futuro seremos.
-Ricardo Antonio Mena Madera
Comentarios
Publicar un comentario