X. Manico-mio De Azulejos
Resquemor
vibrante del temor a darte la palabra;
Las
gotas del vaso en mi propia piel recorriendo.
Débiles,
títeres de nuestros constantes pavores al actuar;
Un
pasado acongojado de pinturas inolvidables, plagas;
Volver
a donde comenzó una vida en plenitud, enferma.
Atestiguar lo
que nunca funcionó para los límites humanos.
Exploramos
tanto, ignorantes de que lo profundo era obvio;
Concordamos
musitado creer la mentira del siglo.
La
iridiscencia de un agua colmada; de un mar inhóspito;
Dar
por sentado ser el gran conocedor fue la falacia maestra.
Presos
de la presión indirecta de los ojos grandes de afuera;
Nunca
pudimos darnos el tiempo para ser nosotros.
La
mierda exterior retuerce lo que es el vínculo honesto.
Perdimos
tanto; pero no somos los más afectados.
El
corazón de cada uno fue las migajas de algo latente.
Repulsión
tal cual rabia violenta entre rabiosos impunes;
Consuelo
artificial entre los crímenes oscuros de nosotros.
Te
entiendo, somos jóvenes.
Asumimos
que nada es para siempre.
Te
entiendo, somos efímeros.
No
significa tirar todo al pozo séptico.
¿Ahora
todo tiene sentido?
Lazos
rojos mantienen la coherencia de este drama.
Me
entiendo; te entiendo.
Las
gotas de la lluvia se sienten tan cerca de mi cara;
Nervio
por nervio, contacto cardinal entre ambos.
Nubes
de tormenta plagadas como cigarras;
El
temor de empezar la historia nuevamente;
Cambiemos
el final abierto a uno cerrado;
¿Me
doy por vencido, sigo, mantengo?
Cuestiones
mileniales en la sinapsis mía.
Charcos
manchados del asbesto;
Erosión
perfecta entre mentes dolidas.
Temblores
azarosos son aquellos de ti;
Retumba
iracunda el choque entre reacciones.
Una
tumba encuentro entre mis pensamientos;
¿Una
profecía o un augurio a punto de partir?
Dejemos en
blanco un punto final a la historia;
Saciar
las ganas de traducirte tengo hasta puto morir;
Vulgarizar
deseo toda la romanticada de tus palabras.
Discretamente
deseo cambiar de cabeza, no literal...
Creo.
Quizás
así unamos mente y corazón ante fugas de ideas.
Abrumadores
momentos ocurren en el silencio eterno;
Ni
palabra ni soneto procura saltar la barrera del sonido.
Nadie
da el primer paso; tememos caer de picada.
Como
troyanos damos el malicioso impulso de incitar;
Quemados
resultan las chances de sucumbir al otro.
El
silencio abunda aún;
Los
ademanes dirigen el viento sonoro.
Abrimos el
hocico de una maldita vez;
"El
cielo se ve muy azul".
Es
muy fácil fingir para ti ahogarse en agua dulce;
Mientras
lucho por salir en lo salado de tus lágrimas;
Un
rio asqueroso se acomoda entre mi interior;
Mientras
mi corazón forma la marea perfecta.
Del
100 a 0 entre tu ritmo para condescenderme;
Ahogarás
más de mí si te mantienes conforme.
Dolor
entre muchas manchas en papel;
Cortando
mi piel con tus palabras tajantes;
¿Mil
cortadas significan tanto para ti?
Espero
puedas encontrar mi sangre en tu firma
Mientras
aceptas el suplicio aberrante.
Passifloras
al hartazgo;
Lavandas
al abandono;
Lotos
al ahogo.
Ningún
jardín vive de tanta composta al esplendor.
Mientras
la mierda siga, sigo siendo el perdedor.
1
año entero a la espera de 1 final;
Convirtiéndome en
la vida de un nuevo tulipán.
Polvo
entre viejas historias me asemejaré;
La
razón funesta de una vida nueva seré.
Vela
que no pudo resistir más me quema;
Cenizas
de un tormento candente al ardor.
¿60
razones para dejar esto ir?
Antes
eran 50; pero un récord estamos logrando.
No
llegamos a entender la verdad entre sinfonías;
Quizás
fuimos un género sin par,
Pero
lo intentamos sin parar.
Atravesado
será esta finita realidad;
Bisturí
en mano será la mitad de la verdad;
Quizás
en este manicomio de azulejos
Buscamos
algo que mejor será de lejos.
Poesía
mía: quizás encuentres un mito entre varias;
No
podemos ver que tan muerta será la vía alterna,
Pero
nunca olvides la razón de nuestra existencia fortuita:
Encontrar
una jodida romantización a toda una desquicia.
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