XII. Cara Coronaria Abierta

 


Cara Coronaria Abierta

Perdido entre la nocturna vivencia, errante de mis propios sentidos.

Mientras las ondas de un pasado reverberan el salón maldito.

Afortunado, no sé, muchas cosas son tan simples; qué sé yo.

Pocas veces encontré lo complejo en misterios rebuscados.

Pocas veces pensé lo que sería la cordillera de la marea actual;

No me arrepiento, mientras me delibero como burdel de lágrimas.

 

Eso que hicimos: lo que tú haces, me creó algo que no puedo entender;

¿Podré tener el beneficio de la duda hartándome hasta querer?

Viví sabiendo que todo lo que estamos haciendo, pronto peligrará.

Nunca quiero llegar a eso; pero el ocaso predice lo que nada será;

Consuelo encuentro sabiendo que todo esto fue nuestra utopía en tierra.

Estasis en un paraíso que antes estaba convertido en el infierno personal de ambos.

Prepara tu mejor vestimenta; no dejemos que lo último sea un polvo en cristal.

¿Bailarás de pies inclementes sabiendo que esto puede ser nuestra sonata final?

 

¿Entender me cuesta de comprender en esto, lo estoy?

¿Heridas atrapadas entre vivencias de aquellos tiempos pasados?

¿En millón de veces, quizás, podré ver más allá del purgatorio?

¿La escenografía de un recital condenado en fuego vivo?

¿Podré ser la gota que colmará el vaso en este mundo perplejo?

 

Nunca lo sabremos... aunque vivir ignorantes resta la crueldad del todo.

Buscando las respuestas efímeras dejamos acabada una vida para dar.

Acepta el momento de la existencia; seremos ingenuos, pero no imbéciles.

Buscarás la respuesta en tus propias entrañas luego de existir.

 

Seamos únicos; seamos iguales; no me pesa decir lo que somos.

Vivir con la sangre por dentro no es mi estilo de expresar;

Dejaré vacío mi glucosa para lo que sea necesario avivar.

¿Somos el Josef para Freud; o el Stalin para Roosevelt?

¿Optimistas en tiempos pesimistas o pesimistas en tiempos optimistas?

Cuestiónate las malditas ganas; pero no dudes de lo que somos.

No seremos ejes colindantes; pero somos rectas unísonas.

 

Flores de loto inundan el santuario que alguna vez construimos;

Un confort acongojante se adhiere como mala hierba.

Hacemos, lo intentamos; quiero ser más allá de una lavanda.

Composta quizás fui; ser un girasol podré quizás ser.

Nunca dejaré de mostrarte lo que somos; seguiré tu paso.

Mi cara, pasmada, siguiendo el camino de tu traslación humana.

Vivamos una euforia como ninguna otra; el aíre grisáceo del ambiente

No olvidemos toda la comisura de una piel eterna; líquido de una vida futura.

Proclamemos que todo esto fue una vivencia, bebamos todo lo que no sea puro.

 

No estaré preparado para cerrar la brecha de una vida, jamás seré;

Pero haré lo posible para mantenerlo cerca de mí, si para ti es necesario.

Una última parada antes de realizar el hilo invisible de nuestra maldición;

Maldición, que gratificante es poder hablar con palabras que colman de mí.

Vivamos, sigamos o muramos; esto no es algo más que un panorama visto.

Una proyección astral de un mísero monóculo universal atestiguados solos.

 

Cada lágrima, cada mierda, cada dificultad.

Cada alegría; cada razón; cada motivación.

Déjame darte la mano que me hace falta de ti;

Déjame ser la razón de tener un sentimiento;

Sea benigno; sea indudable, sea lo que jodidamente quieras;

Quiero ser las venas de tu sistema; de tu vida.

Desangrándonos de las verdades en el interior.

 

Estoy harto de ser abstracto; te demuestro lo que es concreto.

Dejemos de lado un romanticismo insano; seamos cuerdos.

Ser cursi no es ser meloso; ser cursi es ser valiente con lo cierto.

 

No volveré a contener esto que tengo más allá de lo que ofrezco;

Confesarte lo obvio, es algo que siempre hacemos, no es difícil;

Pero por más obvio que sea, es una de un millón en nuestro destino.

Hagamos la pasión de una unión la que guíe la danza fúnebre;

Muertos; valientes indeclinables de lo estoico inherente mutuo.

Sea la lluvia de un martirio típico; el augurio de una intención,

No podré dejar lo que el mundo nos hizo para bien:

Quizás estar contigo fue la razón de ser algo que nunca fui.

 

Amaré lo que sea lo normal, seré tu estereotipo andante;

No estoy jugando; solo te estoy admirando, nada más.

Presa de un rifle calibre traspasado de una razón fui.

Paquete de tu intención; proyectil de algo mayor.

No me malentiendas; te quiero, pero me quiero igual que tú a mí.

Lo que una vez fue alguien extinto; encontró inútil el nihilismo obsesivo.

Lo que una vez fue el trauma en persona; se convirtió en un amante de lo impensado.

 

Amante...

 

Llevaré para todos lados esa pulsera que un Dios nos dio.

Grabado eternamente lo que será lo que algún tiempo temí nunca tener.

Amigo, eres eso amigo: un amigo, amigo mío.

Con la brisa en frente, las lavandas flotando temerosas vuelan;

Pude ver lo que creamos; un mundo nuevo, tú y yo.

Posteridad encontraré en fotogramas de cada dicha y cada penuria.

Un futuro próspero explorará atrapado en mi mundo.

En la flor de loto infinita atrapados felizmente vivimos.

 

Lloraré, lo sé.

Extrañaré, lo sé.

Mentiré, lo sé.

Añoraré, tú lo sabes.

Amaré, ambos lo sabemos.

Correré; sí.

Abrazaré; cierto.

 

Atestigüé, pasado fui.

Acaparé, presente soy.

Observaré, futuro seré.

 

Hablamos: pasado fuimos;

Lloramos: presente somos;

Amamos: futuro seremos.

 

Mientras mayor sea la razón de este existir mutuo;

Mayor será el fin definitivo de lo que coexistimos.

De repente, puedo notar algo más allá de la neblina,

Observando aterrado un sitio idéntico al final.

El cordón de mi vida a la vista entre mi garganta;

Atónito quedó al rememorar nuestros peores momentos,

Clemente espero despertar de este terror nocturno...

 

[...]

 

Resquemor vibrante del temor a darte la palabra;

Las gotas del vaso en mi propia piel recorriendo.

Débiles, títeres de nuestros constantes pavores al actuar;

Un pasado acongojado de pinturas inolvidables, plagas;

Volver a donde comenzó una vida en plenitud, enferma.

Atestiguar lo que nunca funcionó para los límites humanos.

 

Exploramos tanto, ignorantes de que lo profundo era obvio;

Concordamos musitado creer la mentira del siglo.

La iridiscencia del agua colmada; de un mar inhóspito;

Dar por sentado ser el gran conocedor fue la falacia maestra.

Presos de la presión indirecta de los ojos grandes de afuera;

Nunca pudimos darnos el tiempo para ser nosotros.

La mierda exterior retuerce lo que es el vínculo honesto.

 

Perdimos tanto; pero no somos los más afectados.

El corazón de cada uno fue las migajas de algo latente.

Repulsión tal cual rabia violenta entre rabiosos impunes;

Consuelo artificial entre los crímenes oscuros de nosotros.

 

Te entiendo, somos jóvenes.

Asumimos que nada es para siempre.

Te entiendo, somos efímeros.

No significa tirar todo al pozo séptico.

¿Ahora todo tiene sentido?

Lazos rojos mantienen la coherencia de este drama.

 

Me entiendo; te entiendo.

Las gotas de la lluvia se sienten tan cerca de mi cara;

Nervio por nervio, contacto cardinal entre ambos.

Nubes de tormenta plagadas como cigarras;

El temor de empezar la historia nuevamente;

Cambiemos el final abierto a uno cerrado;

¿Me doy por vencido, sigo, mantengo?

Cuestiones mileniales en la sinapsis mía.

 

Charcos manchados del asbesto;

Erosión perfecta entre mentes dolidas.

Temblores azarosos son aquellos de ti;

Retumba iracunda el choque entre reacciones.

 

Una tumba encuentro entre mis pensamientos;

¿Una profecía o un augurio a punto de partir?

Dejemos en blanco un punto final a la historia;

Saciar las ganas de traducirte tengo hasta puto morir;

Vulgarizar deseo toda la romanticada de tus palabras.

Discretamente deseo cambiar de cabeza, no literal...

Creo.

Quizás así unamos mente y corazón ante fugas de ideas.

 

Abrumadores momentos ocurren en el silencio eterno;

Ni palabra ni soneto procura saltar la barrera del sonido.

Nadie da el primer paso; tememos caer de picada.

Como troyanos damos el malicioso impulso de incitar;

Quemados resultan las chances de sucumbir al otro.

 

El silencio abunda aún; 

Los ademanes dirigen el viento sonoro.

Abrimos el hocico de una maldita vez;

"El cielo se ve muy azul".

 

Es muy fácil fingir para ti ahogarse en agua dulce;

Mientras lucho por salir en lo salado de tus lágrimas;

Un rio asqueroso se acomoda entre mi interior;

Mientras mi corazón forma la marea perfecta.

Del 100 a 0 entre tu ritmo para condescenderme;

Ahogarás más de mí si te mantienes conforme.

 

Dolor entre muchas manchas en papel;

Cortando mi piel con tus palabras tajantes;

¿Mil cortadas significan tanto para ti?

Espero puedas encontrar mi sangre en tu firma

Mientras aceptas el suplicio aberrante.

 

Passifloras al hartazgo;

Lavandas al abandono;

Lotos al ahogo.

 

Ningún jardín vive de tanta composta al esplendor.

Mientras la mierda siga, sigo siendo el perdedor.

 

1 año entero a la espera de 1 final;

Convirtiéndome en la vida de un nuevo tulipán.

Polvo entre viejas historias me asemejaré;

La razón funesta de una vida nueva seré.

Vela que no pudo resistir más me quema;

Cenizas de un tormento candente al ardor.

 

¿60 razones para dejar esto ir?

Antes eran 50; pero un récord estamos logrando.

No llegamos a entender la verdad entre sinfonías;

Quizás fuimos un género sin par,

Pero lo intentamos sin parar.

 

Atravesado será esta finita realidad;

Bisturí en mano será la mitad de la verdad;

Quizás en este manicomio entre azulejos;

Buscamos algo que mejor será de lejos.

 

Poesía mía: quizás encuentres un mito entre varias;

No podemos ver que tan muerta será la vía alterna,

Pero nunca olvides la razón de nuestra existencia fortuita:

Encontrar una jodida romantización a toda una desquicia.

 

Con razones a flujos incontrolables en mi cabeza;

Puedo notar un rayo fulminante en tu ademan.

Cálido y ameno; me siento tan bien espontáneamente.

El destrozo de una crisis en medio de grandes verdades.

Silencio, solo silencio es mi calma alarmante.

La unión entre brazos de islotes distintas;

El confort de una Pangea con gran magnitud...

 

[...]

 

Sentimientos y exhalaciones se vuelven mi dialecto;

Inaudible resulta para mí darte el crédito de estar así.

En el ojo de tormenta deseo persistir hasta cesar;

Un mutuo acuerdo entre vida y vísceras sin parar.

Cuando menos me necesité; más me corrompí,

El día en el que me callé para aceptar una falsedad,

Todo para aparentar la verdad entre rosas y dorsales.

 

Sigo aquí esperando la obviedad a lenguas;

Cortar el paladar para sacarla a relucir;

Escupirla explícitamente para deshumanizarla,

Poder presumirte las cosas en la cara;

Mantener este ego pernicioso entre mi alma.

 

No puedo parar de pensar en todo

Darle un sentido a todo parece estúpido

Pero en este punto todo es factible para entenderlo

Rápido, soy, pienso estoy y pienso estar

Sigo estando, sigo queriendo las cadenas

Las caderas de tu escusa hipócrita sin citar

Destruir la moralidad entre situaciones y ética

No coincidir entre el sistema default de conflicto

Resolver la eternidad de porque estoy aquí

¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué?

Exhalar e inhalar preguntas que ni Dios podrá responder

Mientras clemente decido esperar una divinidad caritativa

Sin poder siquiera entender que somos solo nosotros

Solo tú, solo yo, no hay putas nadie más

Qué hago, qué hacemos, actuar es sin pelos

Solemne estar es patético hasta este punto

Explotar sin más es mi solución sin pudor

Detente, me pierdes, detente, estoy extinguiéndome

Combustión espontánea entre mis ojos

Sobredosis al esplendor de mi comisura bucal

Arsénico entre mis lagrimales iracundos

Yo...

 

Yo no entiendo,

Pero hacerlo sigo queriendo.

 

Espera...

 

Lo sé, ahora lo sé

 

Esperaba una ayuda externa,

Una huida experta.

Deseaba que sepas todo de mí

Pero ni siquiera puedo saber qué quiero.

Paciente esperaba una ayuda imposible;

Una mano que todo lo hiciera y haga;

Imploraba en una evacuación sin trasfondo.

 

Lloro, pero no de tristeza;

Exploto, pero no de impotencia;

Regurgito, pero no de asco;

Vomito; pero no de morbo.

 

Todo lo que sobre pensé, todo lo que exageré;

Todo se convirtió en bilis benigna;

Ahora, en buena perspectiva, alzo la mirada.

Me dirijo hacia ti; temblando,

Sobreponiendo pasos errantes en tu vista;

Entre esfuerzos excesivos, me acerco, miedoso.

Y...

 

Te abrazo.

 

Una mirada al pasado observo;

Un clon fiel avisto en la inconmensurabilidad.

Las palmas no son suficientes para dar el verdadero afecto;

El calor de mi vitalidad no es la suficiente para quererte;

Pero, poco a poco, podré dar justicia a lo que en realidad eres.

Un flashback histórico atestiguado bajo mirada propia,

Espejismos fidedignos, escarchados entre ilusiones.

 

Viví odiándote por propio asco conservado;

Resumí vivencias con distintas maneras;

Deseé sentirte por última vez en este aquelarre personal;

Pero ahora sé que nadie merecía este mal más que yo.

Mentiras infernales entre un mundo concreto.

 

Las flores de lavanda se plantan en nuestra periferia;

Atestiguan victoriosas el nacimiento de una nueva vida.

No seré el polvo o composta; pero sí la razón de ellas,

Ya no será necesario dar más de mí a este jardín;

Ya no será necesario mi fin para culminar este desarrollo.

 

Miles de flores marchitan por la amargura de esta indecencia;

Perpetuados sus pensamientos a seguir sus venas azules.

Miserables formas son las de terminar el nudo de la pulsera.

Te acompaño agarrado entre dientes y costillas, para guiarte,

Flor o vida; ambas son la misma sintonía.

 

Ahora que vi todo: colores pasteles de esta pintura,

No deseo poder perder la grandeza de esta memoria;

Anhelo ahora, sin más miedo, soñar y pensar:

Llegar más allá de entre maleza y lavandas.

Ser el loto en este mundo que ambos hemos construido.

 

Lloré, fue perfecto.

Viví, extremadamente intenso.

Recordé, destrozo sin tapujo.

 

Pero...

 

¿Podrás vivir sabiendo todo de mí?

¿Soñarás y pensarás en esto?

Aún no sabemos, lo sé.

 

Todavía hay páginas de historias por llenar.

 

Abierto será toda la travesía de una sola aventura;

Espero incandescentemente abrumado saber que será más.

No importa las razones de estar sintiéndome así

Mientras pueda caminar sin pisar pinzas fulminantes:

Descalzo mantendré la cabeza de frente para hablarte,

Y darte una oportunidad de poder a ti mismo verte,

Acompáñame, amigo, atrévete a serte extremista

Sígueme la corriente de la sangre en mis venas,

Tengamos a mano nuestra motivación perpetua,

Entender lo que todo esto fue para nuestras mentes.

 

[...]

 

No llores pensando en todo lo perdido y deshecho;

Mantengamos fresco la importancia de este camino,

No habrá sido fácil, ni divertido, pero fue deslumbrante,

Anonadado quedará los ojos del pasado plasmados en caballetes,

Armonioso será este periodo entre guerras internas.

Perdimos demasiado, pero nunca a nosotros.

 

Y eso está bien,

 

Aún tenemos a nosotros mismo para gozar esto,

Vivamos felices, comprendiendo el sulfuro del ácido.

La flor de loto ha cerrado sus pétalos eternamente,

Mantengámonos así el destino de dos lazos.



-Ricardo Antonio Mena Madera

Comentarios

Entradas populares