XV. ¡Esto-es-el-colmo!
Recuerdos
de haberte conocido se acercan a mí,
Aquella
experiencia fugaz en la gran manzana
Chocar
la vista frente a frente,
Amor
a primera vista,
Pero
más me atrapó tu carisma intenso.
“¿Te
vuelo el corazón ahora mismo, mierda?”
Y
así es como mi bala sigue ahí,
El
flechazo de convivir juntos.
Dulces
vivencias del destino,
Y
aquí estamos, cariño,
Corriendo
desesperados,
Agarrados
sin descaros,
Fuerza
bruta la tuya,
Que
colmaste toda arteria alguna.
Mientras
me jalabas incesantemente,
Mientras
te admiraba perplejamente.
Una
obra maestra a punto de ser robada;
Un
objeto de valor a punto de ser expirado.
Atrapados
en casa siempre estamos,
Ocultos
mantenemos esta consagración,
Ni
siquiera estuviste de acuerdo;
Pero
hice lo posible para tenerte a mi lado.
Mis
piernas inmóviles desearían llegar a ti,
Y
demostrarte que toda mi boca roja
Es
mi gran método de admiración,
Que
todo mi sudor cuajado es tuyo,
Que
este pelo acribillado es tu refugio.
Exiliados
y fugados en una luna de miel,
Escapamos
para seguir un crimen cruel.
¿Soy
el único que siente todo ir tan rápido?
Llevamos
unidos tanto tiempo que es difícil recapitular;
¿Tres
años, cuatro años?
No
sé, ni me importa, mientras pueda estar contigo a amar.
Quiéreme,
y solo quiéreme,
Vivamos
la fantasía criminal de amar por delito.
No
me dejes morir de agonía;
Enloquecer
será mi prisión eterna,
Auto
de escape utilizamos,
Todo
lo posible por ver tu sonrisa,
Bella,
sádica, casi amena.
Maquíllate
la cara con mis propias encías;
Tu
rubor sangriento me enloquecerá,
Utiliza
todo de mí, y no me dejes.
Mis
ojos, los espejos de tu maquillador serán,
Ciego
de esta venda propia de tu vestido,
Mis
sentidos se vuelven uno para percibirte.
Parece
como si escucharas mi cabeza,
Porque
me sigues torturando de no poder verte,
Sangre,
tripas, todo daría por observarte,
Incluso
mi propia vida a manos de ti,
Y
así al menos mi vida cobraría sentido,
De una vez menos tendré un valor para tu delito perfecto.
El
cuchillo incrustado en mi corazón me retienta;
Pero
sé que lo haces para demostrarme tu fidelidad.
Aguanto la crisis de agonizar por añorarte,
Aunque
me hayas cortado mis cuerdas de la cordura,
Inaudible
mi murmuro y queja de tanta obsesión.
De
rodillas con fervor pido clemencia,
Lazo
mutuo será mi decaída a la demencia,
Pero
qué más da, tu lazo enredado a mí está,
Casi
tan real que roba todo mi aliento,
Me
ahogo, pero por ti me doy por muerto.
Cristales
rojizos entre el piso,
Cuchillos
por desparramar cerca mío,
Cigarros
marchitos en todo mi mundo,
Tu
mirada obsesiva es mi mayor anhelo.
Aunque
no sienta el cuerpo,
Mantengo
consciente este momento.
Ecos
repetitivos y perpetuos logró reconocer,
De
repente, mi sangre pasa a ser azul,
Rojo
llega a ser tu espasmo brutal,
Sé
que algo está mal, y quiero ayudarte,
Déjame
implorarte;
Anhélame,
deséame, róbame.
No
recibo nada de ti;
Solo
una herida profunda más grande adentro,
De
todas las personas que habré deseado que lo hagan,
Jamás
hubiera pensado a ti como mi sentencia de muerte.
Tus
pasos impetuosos reverberan más,
Sin
el calor de tus cicatrices en mi cuerpo
Sé
que solo para ti fui un crimen incompleto,
Condené
a mí mismo a la pena de todo mantener.
Te
fugaste con todo,
Pero
menos conmigo.
Atado
estaré siempre aquí,
Pero
no hay lugar más que ahí
Donde sea que estés.
Comentarios
Publicar un comentario