XXXV. amago
No
he podido descansar desde la vez que he pensado todo
Y
siempre me la paso pensando en lo que sea.
Mantener
los ojos abiertos, aunque no quiera.
Perpetuar
mi mirada mientras peleo por fuera;
Calmando
lo interno sacando el remordimiento diario,
Guardando
toda la miseria de sentir cada lazo posible,
Sintiendo
la necesidad de ser siempre miserable.
¿Es
odio? ¿Es arrepentimiento? ¿Dolor?
No
tengo ni la jodida idea cómo se sienten mis nervios;
Muchos
menos seré posible de saber todo de este amago.
Perder
quien soy es una mierda que vivirá en mi pesar,
Conectar
algo inadaptable siento que siempre seré.
Mente
y alma mía no son compatibles,
Solo
soy un recipiente para gente imbécil,
Pero
soy el estúpido por dejarte destrozarme como quieras.
Ninguna
bala, ninguna acuchillada será tan profunda
Como
el complejo de nunca tener la fiabilidad de las manos ajenas.
Por
más que duela tener el corazón destrozado,
No
asemejará luchar por ver más allá de mis hombros.
Razones
tendré para estar como estoy,
Pero
nunca una solución posible.
La
historia me condenó a vivir esto;
Una
y otra vez, letargo sempiterno,
Aprendo
de la gran tragedia de este drama;
Pero
sigo atado a un fin sin alma.
Fragilidad
entre pasos azarosos,
Con
el movimiento intenso adentro,
No
soy capaz de ver frente a frente,
Alejo
la furia de querer gritar,
Pero
no lo hago para alterar
Mi
pequeño confort tan simple,
Tan
patético como la guerra de trincheras;
Pero
no tan sangriento como la matanza.
Materia
gris hirviendo y evaporándose,
Las
inmensidades de una cabeza compacta
Ante
el genocidio neuronal mío,
No
pienso, no existo:
Solo
actúo.
Presa
de mi papel a ser el herido,
Impotencia
de poder haberme ido,
Escapar
como Bonnie y Clyde,
Pero
no era capaz, ni era ellos,
Solo
un chico con problemas de amago.
Aunque
morir era lo que podía al menos aparentar.
Nunca
ser suficiente
Siempre
ha sido mi plato fuerte.
Vivir memorias inexistentes
Con tal de ajustar todo a mi gusto;
Pero siempre que lo he hecho
Caigo en cuenta de que no será eterno.
Destrozo mis muñecas pensando en salir de este domo,
De este interminable invierno atrapado entre coníferas,
De estar encarcelado a vivir a medias,
A sobrevivir de esta falsa utopía;
A Incrustarme cristales para olvidar este alboroto,
Mantenerlos como souvenir fraudulento,
Aunque valor encontrarán como hallazgo arqueológico:
“Material inédito de una vida inferior”
Será esa la carátula de todo este actuario.
Una mirada azul entre desidias,
Libélulas en mí estómago revolotean,
Toda la culpa de haberlo soñado,
Juzgado por las propias alas desechas,
Si Dios existe
¿Por qué me hace querer ser tan creyente de algo real?
Por qué intenta darme la señal de un fin en el cielo azul,
Y cuál es su
razón de dañarme de tanto clavarme estacas,
Dios, y yo que pensaba que ser ateo era mi respuesta.
¿Sabes?
No
aguanto más
Estoy
harto de aguantar esto,
De
ser ignorado por otros
Ser
la burla entre poeticidades,
Palabras
como amagos de tu maldición
Consumen
mi piel como mierda en reacción.
Todo
lo que he aunado en penas,
Siempre
ha sido gracias a ti.
No
haber sido la primera vez de todo esto
Fue
la mayor de las crueldades posibles,
Dar
todo de ti fue lo inconmensurable,
Pero
nunca fue suficiente para romper esto.
Quizás
di todo, hasta mi optimismo, pienso a veces,
Porque
me he quedado sin nada más.
Me
tienes hasta el carajo,
Queriendo
matarme con mierdas vocales,
De
tus malditos dedos las palabras crueles
Que
son suficientes para destrozos frágiles,
Nunca
te importó todo este despojo.
La
venganza siempre viene dulce,
Pero
todo se siente salado.
Mi
gusto por darte el fin ácido es la entrada,
Pero
no será lo picante para gritarte,
Mis
gustos cambian por cada maleza.
Y créeme, la mala hierba mía se ha vuelto.
Tu
silencio entre mi tristeza,
Tu
odio a mi felicidad.
Nunca
eres igual,
Eres
polos opuestos.
Conveniencia en tus ideas,
Con tal de siempre abrirme heridas.
Cambiaste
a peor
Aunque
irónico es decir.
Siempre
fuiste así,
Pero,
aunque no lo creas,
Siempre
se puede llegar a la cúspide mayor.
Cada
regalo, cada significado,
Nunca
te importó ni una jodida mierda,
Y
me destroza saber que,
Gasté
toda mi emoción para darte
Una
motivación sincera.
Efímera,
pero radiante.
Y
sé que siempre fue así
Porque
nunca fue la primera.
Uno
no nace sabiéndolo todo
Uno
crece comprendiéndolo todo,
Victimizándote
de nunca amar,
Pero
siempre odias hasta hartar,
Entonces,
dime la verdad de tu catarsis,
Dame
el consenso de darte un análisis,
Y
concluir de una vez por todas
Que
siempre te has excusado por muchas cosas.
Estoy harto de estar en el eje de tu megalomanía,
Perecer entre tus propios mandamientos
insensatos;
Ser la perra famosa de tus atroces composiciones.
Estoy harto de ser Japón y tú Alemania,
Ser Hitori y tú Hitler,
Ser Taylor y tú Kanye
Ser el coral de tu arrecife.
Vivir bajo el yugo de un ser omnipotente
Sin escrúpulos viviendo fantasioso
De ser su propia corriente.
Masturbándote incesante de creerte poderoso.
Ser el mejor en nada, ser consciente en el
vacío.
Presiento tu regocijo lujurioso con tu
narcisismo,
Hiciste famoso todo tu complejo por hacerlo
legítimo.
¡Ni tapujos musicales ni rapeos limpios te
harán ser
Libre de poder tu redención escoger!
Está bien, solo espera y verás.
Tu cadena de ignorancia sigue siendo el colmo
para mí,
Oh, quién eres no es lo que en exterior
muestres,
Sigues siendo un hipócrita.
Desde infante siempre tuve una tonta fantasía,
Donde siempre tenía suerte en poder elegir a quienes más quería,
Imaginando estar yo en el infinito en un sitio desconocido,
Toda mi vista se simplificaba en una diana hipnotizante y
Un dardo para lanzar, casi siempre confiado
Atinando a los que representaban el mayor puntaje,
Pero cayendo en la verdad de que nunca fue apuntar a lo más
alto;
Si no lo más posible que mi pequeña mente pudiera desear.
Que triste destrozar la imaginación de la niñez;
Matar en todas las formas posibles esta infame alegría.
Siempre suponen al crecer todo se vuelve un idealismo.
Llegas a ser alguien que
pueda elegir su propio futuro,
Que no importa qué, siempre es capaz de estar satisfecho.
Yo ahora me pregunto, casi siempre abrazando la cobija,
¿Dónde estará ese futuro que tanto me aclamaban todos?
Estará enterrado profundamente entre mis desdichas,
O nunca será una verdad la cual tendré en mis manos.
Deseando contarte toda la historia de esta obra,
Intentando aún mantenerme a pie de escuchar algo de ti,
Tu cariño volver mi futuro, mi deseo mayor ahora.
Escribir será mi nuevo libro para cerrar este volumen.
Pero quién diría que no cerré este libro, sino otro capítulo.
Y entender que construir toda una nueva historia
Deberá ser sin ti.
La euforia juvenil me ha dejado sesgado,
Los meses me han dado la razón infalible
De que actúe bajo la mentalidad impasible,
El deseo humano de buscar un cariño mutuo.
Que me entienda aún con amago despreciable
Agnóstico estoy con la idea de haber todo desgastado.
Mil
suturas dentro,
Una
a una de tu propia autoría,
Error
tras error.
Convirtiéndome en tu propio experimento
fallido.
Nada bueno empieza cuando amas sin pensar más,
Cuando te sientes seguro en mentiras finitas,
No importa cuán sea la realidad de estas palabras,
Porque todo al final se vuelve en siniestras cenizas.
Mientras te quise y te admiré, sentí todo como trabalenguas;
De interpretar tu regocijo de frases entre comillas,
No eran de ti, sino de otros melancólicos poemas.
Tergiversando este cruel mundo hasta exagerar,
Idealizándote como el salvavidas de todo mi desastre,
Salvándome imaginaba cada noche en la marea.
Ahogándome me has dejado en todo este aquelarre,
Sin saber que únicamente eres un buscavidas vagante.
Palabras
que nunca saldrán a la luz,
Podrás
pensar, imaginar lo que sea,
Pero
nunca encontrar la razón de esto,
Ni
en mi amago a regurgitarte tus mierdas,
Ni
en mi intención a hacer sentir mal,
Porque,
aunque habrá tanto pasado, soy leal.
En
el amago de rememorar esto,
Me
desahogaré todavía más de este repudio,
Condenado
estarás igual,
A vivir esta historia una y otra vez.
Comentarios
Publicar un comentario