LXVIV. [...]

 

[...]


Me es complicado escribir una carta luego de tanto tiempo,

Resumir tiempos de penumbra en un sobre que jamás llegará a su destinatario;

Lo que el viento se llevó, lo que dejé ir sin zozobra o con un sabor agrio.

Pedir que tanto arrepentimiento arregle todo lo que rompo.


Querido Rex, soy Will

Y para mí, esto es difícil.

Cuando éramos jóvenes teníamos el poder en agradables portentos

Ahora que hemos crecido, sé que solo lo desperdiciamos.

Y no te puedo culpar de aspirar por grandes escalones,

Si al final solo fui la escalera que se soltó cuando éramos ligues.

Ni en mis propios soportes llegaré a asistir si pudiera pedir perdón,

Porque el metal que ardió al explotar la chispa que creé nos engañó.


Y estoy seguro de que tendrás a alguien con quien beber

Y no tú en la sombra del restaurante por alguien sorber.

En la cerveza que me tiré, en las copas que cristalicé sin saber,

Con una migraña de ardores, ahora abro nuevamente la lata para algo tener.


No pido tú palabra sea mi libertad por los crímenes que nunca pagué,

Y tampoco inclemente quiero sabotearme para hacértelo saber,

Solo... quiero decirte que ahora veo todo como una película de drama,

Como el viento me azota como tormentas en mis propios ojos de hacerme la víctima.

El pasado que se esfuma en el reloj de arena que se creó al conocernos,

Que ni siquiera estuviste de acuerdo, pero que nuestro melodrama se resumió en esos pequeños polvos.


Estaré mejor cuando me imagine a ti no recordándome,

Regresar a esa playa se vuelve un distante olvido, jamás percibir la textura de aquella toalla.

Donde mis sueños se conviertan en realidades:

Que seas feliz en las navidades que solo quedaron en planes

Y que en el año nuevo celebres con quien seas más que ligues.


El despiadado Will en que te maldecí,

Por el miedo de volverme lo que tanto aborrecí:

De vivir en la plena luz que decreta mi expresión humana,

En amar a quien quiera, mientras sea alguien con mi alma que emana.

Te extraño porque quisiera darte lo que no elegí:

Un amor que llegarías en otro ni en milenios repetir,

Pero ahora solo son mundos alternos de cuentos que me creo,

En la historia perfecta que hubiera sido para nuestros hijos,

Quienes no lograrán ser de sangre directa, los cuales soñaba en familia unidos.


Ahora vivimos planos distintos,

No sabré de ti,

Pero si algo reconocí de ti

Es tu voluntad para dar el paso en el camino de magma,

Aun quemándote, caminas en agua fina como obsidiana de la gran gama.

Por mi parte, sigo mejorando para no cometer el mismo error,

Porque si aprendí igual de crecer, es prevalecer a distanciarme de volver al mismo corredor,

Donde los huesos que aplasté fueron los tuyos, tan delicados como la flor

Que en la puerta de tu casa esperabas algún día llegar junto a este actor.


Cuando llegue el día, quizás sabré mover la página,

Pero por el momento, solo se reescribir el mismo acto.

El mismo inicio, el mismo desenlace,

Y si fuera tan fácil, ya habría terminado con el protagonista y su rifle al alcance.

No tan literal, pero metafóricamente hablando para acabar cualquier enlace

Que vincule los nombres “Rex y Will”.


Solté tu mano al querer bailar en esa fiesta,

Dejé tus lágrimas recorrer tu cara en la puerta de mi casa,

Culpé tus tratos cariñosos en los detractores de la cita,

Tomé a la chica de mis sueños e hice lo que jamás quisiera decirte a la cara,

Perdoné a mí mismo como manipulador perfeccionista que era

Y al final, exploté al verte en el balcón donde alguna vez nos besamos por apuesta.

Todo lo que hice, y jamás hubo alguien para detenerme más que yo mismo,

Y cuando pude, solo me hice el de la vista gorda por narcisismo.


Bueno, esto se ha alargado mucho para ser una simple disculpa,

Estoy siendo mejor, porque cuando fui peor

Dejé a ti como el mayor confesor en la iglesia de la ciudad,

Y si sabré algo de ti, es que eras ateo,

Así que la culpa se acumula como tarjeta de puntaje, la verdad.


Feliz seas donde estés, triste jamás con quien estés,

Con amor y dedicación que jamás correspondí,

Sabré que fui querido por quien más rompí.

Besos que en absoluto regresé ahora son mi despedida como peaje,

Rex, sea de ti la bendita calma que vendrá luego de este mensaje.


~Will.

-Ricardo Antonio Mena Madera

Comentarios

Entradas populares