LXXXI. Políticas II

 


Políticas II


Y cuando crees que es imposible caer más bajo, 


Llega México y se lo arremanga de un manojo. 

 


Nuevamente recurren al mismo truco, 


Creyéndonos incultos de su sistema escueto. 


La gente al parecer solo se suicida, 


El asesinato lo ocultan de manera desesperada. 


Crimen pasional, mentira nacional. 


De aquí solo nos dan como respuesta un discurso visceral. 


Todos aquellos quienes nos entrecortan la esperanza de un mundo normal, 


A todos quienes perdimos buscando justicia en un país inmoral. 

 


Tengo yo mi acorazonada abrumada de mi voz alzar 


Si los hombres en esmoquin tienen todas las chances de poderme callar. 


No en simples palabras, si no con posibles armas. 


¿En qué se ha convertido mi libertad si no en un bodrio para su periodismo espectacular? 


El idealismo se ha abolido, porque se han aferrado al extremismo. 


Bajo los ojos de ellos, solo soy un engendro desviado, 


El único crimen que cometí bajos sus ojos es no aceptar lo decidido, 


Ser gay ahora resulta ser un crimen despavorido. 


 

Mi México mágico,  


Atiborrado de patriotismo y de puro desvirtuado alineado al conservadurismo. 


Mi México trágico, 


Acordonado de homofobia normalizada de negras palomas entintadas de las justicias incumplidas. 


En la tierra de libertad, solo los cuervos llegan a volar. 


Las golondrinas como nosotras solo somos débiles a cazar. 


Cosificados por la constitución,


despreciados por nuestra institución. 


En la laguna penal pereceremos quienes categorizan "el adoctrinamiento maligno"

  

Mientras saborean la sangre de su lengua recién mordida, cobardes del genocidio. 

 


Quisiera dejar de herencia un sitio donde ninguno sufra el mismo destino, 


Anhelo en mi fervor ocasional que todos vivan sin miedo a mostrarse. 


Y en estos momentos, sé que moriré sin ver un avance en mi ciudad. 


El esfuerzo de muchos no valen nada cuando solo uno controla la realidad. 


Y lamentablemente, aquel que lo hace solo lo expresa a su misma lealtad. 



Qué horrible, me cuestiono lo pecaminoso de la debacle universal, 


Qué aborrecible, y me recuesto pensando si seré el siguiente mortal 


A perecer mientras recurro a generar la revolución en el basurero llamado palacio. 


Mientras me abuchean con sus mierdas recurrentes de “superioridad” 


Ese reflejo tan recurrente, espejo mira a espejo, 


En una paradoja que deja a muchos perplejos.


Es estúpido, pero es justamente ese término 


El que se asemeja a sus actitudes como soberbios. 

 


Quizás en las nuevas políticas tampoco será fácil confiar, 


Ni las viejas ni nuevas, estamos varados en una isla del ultramar. 


En este punto muerto obstinado a tener un conflicto por un bando elegir, 


Prefiero seguir de pie sin depender de autoridades para vivir. 


Si el anarquismo encontró un foco tenue en un paraíso, 


A mí nadie me negará un espectro grisáceo como ismo de mi magnitud humana. 


No desgastaré ni un segundo más presionándome a ver las noticias nacionales, 


Me abstendré de cada error en sus pasillos del palacio nacional presenciar sus pinturas surreales. 


México no es surrealista, el surrealismo se basó en México. 


Y si Dalí se atrevió a acreditarlo, no veo porque yo quedarme con el intento de gritarlo. 


Moriré, y eso me salvará de designarme un “mexicano” 


Au revoir, no volveré ni en mi potestad espectral a tocar ese infierno. 


 

No sé, yo tengo miedo. 


La gente que quiero puede ser las siguientes, 


Y nadie puede hacer nada por detenerles 


A los infelices escrutinios llamados “agentes”. 


Y cuando una persona nos brindó su carácter como altavoz, 


Ahora solo resonará el eco de su voz... 


Magistrade, donde sea haya ido. 


Su muerte nunca tendrá lugar 


En el papel funerario sin su paz regresar. 


Aun en la esperanza de un cambio brutal 


Velaré su memoria como santuario eternal. 


Magistrade, en ti vi chispa como nadie más 


Que ningún alto mando nos hará distorsionar jamás. 


Eterna luz, eterna vida, 


Este poema se ha dedicado a su insaciable lucha 


En la obscena y estúpida política de unos asesinos tan podrida. 



Dedicada en su totalidad a Jesús Ociel Baena (le magistrade) y a su pareja Dorian Daniel Nieves Herrera, Quienes injustamente e impunemente fueron asesinados por la excesiva homofobia de México y el mundo. Sus avances para los, las y les integrantes del colectivo lgbtq+ nunca serán olvidados. Descansen en paz sabiendo que la justicia llegará tarde o temprano.



-Ricardo Antonio Mena Madera


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